Los árboles son plantas leñosas porque su tronco y sus ramas pasan por una lignificación. Esto hace que su crecimiento sea mayor en comparación con otras plantas. Por eso los árboles pueden soportar el peso de sus copas.

Además, los árboles superan los 5 metros de altura, crecen muy despacio y son muy longevos.

Por otro lado, los árboles se clasifican en dos grupos:

  • Monopódico: estos árboles son característicos porque tienen un tronco principal que no interrumpe su crecimiento. De este tronco van creciendo ramas laterales.
  • Simpódico: estos árboles, en cambio, a partir de que su eje principal interrumpe su crecimiento, empieza a ramificarse desde ese punto. Como consecuencia las ramas se ramifican una y otra vez.

 

 

 ¿Entonces que diferencias hay entre un árbol y un arbusto?

Los arbustos también son leñosos y perennes como los árboles. Pero, en cambio, los arbustos tienen muchas raíces y poseen un tamaño menor, suele ser entre 1 y 3 metros.

Pero la diferencia mayor entre los dos no es su altura, sino su tronco, ya que los arbustos empiezan a ramificarse desde la base, no cuando el tronco tiene cierta altura como sucede en los árboles. Por lo que no existe diferencias entre su tronco y su copa.

Aun así todavía hay algunas especies de plantas que se pueden considerar las dos. Debido a condiciones ambientales, pueden causar que una especie se desarrolle como árbol o arbusto.

Un ejemplo es el olivo. El olivo es un arbusto, pero el ser humano lo poda y hace que de esta manera se modifique y tengan forma de árbol. Esto se realiza para que den más cantidad de frutos o sean más estéticos.